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Mostrando entradas de agosto, 2016

Fuera de lugar

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Inflorescencia de oreja de oso ( Ramonda myconi ) en el cañón de Añisclo (Huesca). E l clima era cálido y húmedo en todo el globo. La corriente circumpolar ártica aún no existía, por lo que el contraste climático entre el ecuador y los polos era muy débil. Las plantas tropicales, favorecidas por estas condiciones, se extendían hacia los polos llegando a sobrepasar los círculos polares, dónde formaron bosques de hoja ancha y caduca, creciendo incluso palmeras y baobabs en la costa de la Antártida (como demuestran los análisis del polen encontrado en el continente helado). Los mamíferos nos extendíamos y diversificábamos rápidamente por el planeta, disfrutando de la abundancia de alimentos que nos brindaban estos bosques y de la poca competencia que nos había dejado la extinción del Cretácico-Terciario (siendo correctos Cretácico-Paleógeno: la del meteorito) Así estaba el panorama en la Tierra durante el Eoceno (hace 56 m.a.), cuando entre otras muchas plantas tropicales, las